Los últimos dos personajes de la familia Antonelli que es preciso mencionar en el presente trabajo, son los hermanos Cristóbal y Francisco Garavelli Antonelli, hijos de Catalina, hermana de Juan Bautista el mayor y de Bautista, quien los tuvo a raíz de su matrimonio con Giacomo Garavelli. Cristóbal nació en el año de 1550 y Francisco en 1557. Ambos vieron la luz en Gatteo y permanecieron en Italia hasta 1573 cuando viajaron a España llamados por el tío Juan Bautista.
Cristóbal era casi contemporáneo de su tío Bautista puesto que sólo tenía cuatro años menos, sin embargo, nunca hubo una relación estrecha entre ambos y tampoco manifestó interés de viajar al Caribe para unirse con sus familiares. En la correspondencia y relaciones de los Antonelli de América (Bautista, Cristóbal de Roda y Juan Bautista “el mozo”) con España, nunca se menciona el sobrino y primo Cristóbal.
En el tomo tercero de las Noticias de Llaguno y Amirola (1), se precisa lo siguiente: “…Cristóbal Garavelli Antonelli, ingeniero militar que fue de S.M., el cual sirvió cerca de cuarenta años con muy grande cuidado y aprobación, como parece por cartas que S.M. y sus capitanes generales le han escrito. Y acudió con particular cuidado a las fortificaciones que se le encargaron, como fueron las de Mazalquivir, Rezalcazar, Puerto de Arezo en Berbería, Gibraltar y Alfaques de Tortosa: todo por lo cual consta por cartas de S.M. y de sus capitanes generales, en las cuales le dan las órdenes que ha de guardar en todo; y muestran la confianza que se tenía en su persona, y cuan de importancia era para el servicio de S.M.”
“Sirvió así mismo veinte y cinco años continuadamente en el reino de Valencia, donde por cédula de S.M. dada en el Escorial el año de 1583 fue por Ingeniero militar, y llevó veinte y cinco ducados de sueldo al mes: en el cual tiempo hizo muchos y grandes servicios, siendo su persona de gran importancia en aquel reino, ocupándose en la fortificación de la fortaleza de Benidorm, villa de Altea, Torres de la Costa, castillo de Alicante y el pantano de dicha ciudad (que dirigió en 1590 de orden de Felipe II): obra insigne y de gran beneficio, así para los vecinos como para el real patrimonio.
“Todo esto consta por cartas que S.M. le escribió a los capitanes generales de aquel reino, mostrando en todas el mucho caso que se hacía a su persona, y cuanta satisfacción se tenía de ella, y cuan bien servido quedaba S.M. Consta también que acudió a las visitas que los virreyes hicieron por el reino, y que en ellas tuvo muchos gastos. Tuvo este Cristóbal un hijo llamado Juan Bautista, que fue capitán y también arquitecto militar y hidráulico”.
De los datos arriba transcritos se desprende que al comenzar su carrera en España, Cristóbal también trabajó con su tío Juan Bautista en la fortificación de Mazalquivir y otros sitios de la costa africana. Pasó luego veinticinco años en el reino de Valencia donde atendió a las fortificaciones de la costa levantina y, en 1590, tuvo bajo su dirección las obras del pantano de Alicante. Nunca viajó a América.
Cristóbal tuvo un hijo que llamó Juan Bautista que nació en Valencia hacia 1580 y que, siguiendo el rumbo de la familia, también fue ingeniero militar y hidráulico. Se destacó en los estudios de matemática y en 1631 Felipe IV le confirió el grado de capitán de infantería.
Ese Juan Bautista Garavelli Antonelli, nieto de Catalina Antonelli, hermana de Juan Bautista y Bautista, también era pariente familiar de Juan Bautista “el mozo” hijo de Bautista. La repetición constante de los nombres Juan Bautista y Bautista sin duda contribuyó a sembrar confusión en la identificación correcta de cada personaje.
Francisco Garavelli Antonelli, hermano de Cristóbal, llegó a España a la edad de 16 años en 1573. Seguramente trabajó con los demás miembros de la familia bajo la tutela de su tío Juan Bautista. En 1591 decidió viajar a La Habana y su primo Cristóbal de Roda le sirvió de testigo (Doc. N° 80).
De él tenemos las siguientes informaciones: “…Francisco Garavelli Antonelli fue natural del lugar de Gaeteo en la provincia de la Romania en Italia, hijo de Jacome Garavelli y de Catalina Antonelli, hermana de los famosos arquitectos hidráulicos Juan Bautista y Baptista Antonelli, de quien se ha hablado arriba largamente en sus respectivos artículos. Llamóle el primero a España por los años de 1573, siendo de edad de diez y seis años para enseñarle su profesión, como en efecto se la enseñó, llevándole en su compañía a todos los viajes que hizo a Navarra, Cataluña, Valencia, Cartagena, Cádiz, Málaga y Gibraltar, recorriendo y construyendo castillos y fortificaciones, especialmente en la conquista de Portugal, donde el sobrino sacaba las plantas y trazas de todo lo que disponía el tío: de manera que llegó a ser un buen profesor en la retórica y práctica de su arte.
“Por muerte de Juan bautista, acaecida en 1588, y por haber ido Baptista a América tercera vez en 1589, quedó Garavelli desamparado de sus tíos y maestros sin tener en que ocuparse; y en 1591 determinó pasar a La Habana en busca de Baptista Antonelli, que no le había llevado consigo por estar enfermo. Para conseguir la licencia hizo una información dicho año en Madrid ante el Alcalde de corte, el licenciado Arce de Otalora y el escribano de provincia Pedro de la Lastra, manifestando con cinco testigos no tener ninguno de los impedimentos que obstaban el ir a Indias. Uno de los testigos fue Cristóbal de Roda, otro ingeniero hidráulico, de quien se habla muy a la larga en el año 1595, quien vivía a la sazón en Madrid en el Mullidero de S. Francisco, cuya declaración por ser muy interesante al asunto se copia al pie de la letra en los Documentos número XIX”. (Doc. N° 80)
“Hubo Garavelli de lograr licencia para ir en seguimiento de su tío Baptista Antonelli, y hubo de trabajar con él en La Habana, pues que el secretario Juan Ibarra, en una representación que hizo a Felipe II el año 1593 a favor del mismo Antonelli, decía: “aquel su pariente, a quien V.M. dio licencia para ir allá, que ha vuelto, dice lo mismo, al cuál habiéndole apaleado los oficiales de Tejada, no habiendo querido darles satisfacción, por no verse Antonelli y Roda afrentados a él, le han enviado, y dando en ingleses, le robaron, y ha llegado aquí perdido, y dice, que sus primos no son tratados allí como criados de V.M. y hombres que traen entre manos cosas del servicio de V.M.
“Nada más consta de su destino y ocupación en España después que volvió de América tan mal parado, ni de su fallecimiento”.
La corta aventura cubana de Francisco Garavelli Antonelli no resulta muy clara y tampoco su forzado retorno apoyado por Bautista Antonelli y Cristóbal de Roda logran explicar los verdaderos motivos de las decisiones tomadas.
Francisco, una vez en España, desaparece de los documentos y de las actividades registradas. Nunca sabremos cuáles fueron sus angustias. Lo cierto es que murió en el reino de Valencia en 1593 a la edad de treinta y seis años.